Tomado de: http://milenio.com/guadalajara/milenio/nota.asp?id=513480
El infierno, por unos días más en la ZMG
Meteorólogos calculan que la temporada de lluvias se regularizará hasta la segunda quincena de junio. Médicos alertan sobre los efectos del calor.
El infierno está en todas partes de Guadalajara. En la calle y en la casa. Los automovilistas buscan agandallar la primera sombra de los poquísimos árboles que hay en la ciudad: envidia. Circulan por las calles con cara de asesinos: ira. Y los camiones con el olor a Faena, ese pesticida que no deja nada vivo, se mezcla sutilmente con el aromatizante de fresa que el conductor compró para salvarse: soberbia. La orina se torna mostaza. Las tiendas de electrodomésticos hacen su agosto con la venta de ventiladores: avaricia. Las parejas discuten con saña y puede ser que se reconcilien igual: ¿lujuria?
Y el infierno durará por lo menos ocho días más, hasta que las lluvias se regularicen y refresquen la ciudad, dicen los especialistas.
Uno de ellos, del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, Héctor Magaña Fernández, señaló que en la estación de esa dependencia, que se encuentra en la zona Minerva, se han medido temperaturas de hasta 35 grados centígrados en los últimos días, pero no descarta que en el centro de la ciudad y otras zonas más cerradas y con mayor concentración de autos el calor haya subido más estos días. “Pero es igual que cualquier año, por lo menos en los años más recientes”, aclara, en tono tranquilizador.
Recuerda que entre más automóviles (ya hay casi uno por cada tres habitantes de los municipios conurbados), calles pavimentadas, estufas, secadoras, bóilers y fábricas haya en la ciudad, los tapatíos iremos dando más pasos al infierno. Arriba el progreso.
Para los médicos, el calor es nada tranquilizador. La Secretaría de Salud Jalisco señala que, por ejemplo, en esta temporada su personal está más atareado atendiendo diarreas, que aumentan casi una quinta parte con respecto a otras épocas.
El jefe de Enseñanza de Medicina Interna del Hospital Juan I. Menchaca, Pedro Ramírez Alonso, enumera que el alza en las temperaturas puede ocasionar, desde la elevación del deseo sexual, hasta la muerte, pasando por mareos, deshidrataciones, subidas o bajadas intempestivas de la presión arterial, irritabilidad, escurrimientos de sangre en la nariz y pereza.
Algunas de esas reacciones tienen qué ver con la personalidad de los individuos. Por ejemplo, los estadunidenses han averiguado que en ciudades como Phoenix y Las Vegas, los índices de accidentes automovilísticos y criminalidad se elevan al mismo tiempo que la temperatura, y pueden llegar a duplicarse, pero eso no significa que todo el que se queje del calor insufrible sea un matón en potencia.
En otras ocasiones ni la personalidad puede librar a las víctimas del calor de los efectos que éste produce en el cuerpo. Es el caso de los menores de cinco años de edad y los que ya pasan de las 60 primaveras. Quienes se encuentran en ambos extremos de la vida están en riesgo de sufrir lo que se conoce como golpe de calor.
Los mamíferos tenemos la capacidad de adaptar nuestro organismo a temperaturas diversas, incluso extremosas. Pero el termostato de los niños y los ancianos no funciona de manera tan eficaz: si se exponen al calor o hacen esfuerzos físicos durante las horas de temperatura más elevada pueden morir en forma súbita: su cuerpo se calienta y deja de segregar sudor —cuyo fin es refrescar el organismo—.
El resto de los seres humanos tampoco la pasa bien con el calor. "Estamos hechos de proteínas que se coagulan", explica Pedro Ramírez Alfonso.
Las temperaturas altas también provocan la dilatación de los vasos sanguíneos, que alimentan de sangre a las células: por eso algunos sangran de la nariz, y alteran la presión arterial. En estos casos, la mente puede tener efectos sobre las reacciones físicas de las personas: si a alguien le comienza a molestar mucho el calor, su cuerpo segrega sustancias químicas que descontrolan la presión.
Mientras no se convierta en violencia, la irritabilidad es normal, en lo que el organismo humano se adapta al cambio de clima. También es normal que los mamíferos quieran aparearse, explica el especialista: “Los instintos y ciclos vitales tienen relación con el clima; como el calor anticipa más vida, puede estimular la reproducción”.
Ahora: si usted no aguanta las ganas de agredir a alguien, es mejor que consulte a un psicólogo. En el caso que no aguante el impulso sexual, es mejor que se cuide de una enfermedad de transmisión sexual y recuerde que, a diferencia del resto de los animales, usted puede razonar si desea tener prole, recomienda Pedro Ramírez.
La recomendación del meteorólogo Héctor Magaña Fernández es más subjetiva: tenga paciencia, pues el temporal de lluvia comenzará después de la primera mitad de junio. Mientras tanto, si acaso, caerán chubascos aislados como los vividos en los últimos días.
El consuelo es que quizá toda esa energía calorífica que se está absorbiendo regresará a la tierra en forma de agua, en cuanto haya un poco de humedad, explica, y las ondas tropicales ya están empezando, aunque muy al sur, en Guatemala, y sólo han afectado a la península de Yucatán y algunas zonas de Chiapas.
Hasta ayer, la temperatura más alta de las últimas semanas en la ciudad había sido de 35 grados centígrados pero con el clima nunca se sabe. Disfrute el infierno.
Claves
Preguntas y respuestas sobre su salud
¿Qué es un golpe de calor?
Es la aparición repentina de la calentura corporal, debido a la presencia de temperaturas ambientales más altas de lo que un organismo acostumbra. El cuerpo se calienta en exceso y deja de sudar. El sudor es el mecanismo que refresca a los seres humanos
¿Quiénes son más vulnerables?
Los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 60 años, pues las funciones reguladoras del calor de su organismo no son eficientes. Ellos no deben exponerse al sol ni realizar tareas físicas a mediodía y por las tardes, como la práctica de ejercicio, salir por las tortillas, etcétera
¿Qué ocurre con el resto de las personas?
El calor provoca que el cuerpo se dilate en general. Ocurre lo mismo con los vasos sanguíneos, que alimentan de sangre a las células. Dependiendo del organismo, puede sufrir bajas o altas en la presión arterial, sangrados en la nariz, somnolencia, irritabilidad
¿Hay otros problemas sanitarios en esta época?
Los alimentos se descomponen con más rapidez -algunos, como el pescado, sólo en unos minutos- y las bacterias proliferan más (aunque su mejor medio es calor-humedad). Además, el excremento que hay en las calles se pulveriza con facilidad, se mezcla con la tierra y las corrientes de aire y polvo provocan que se contaminen los alimentos. Durante la primavera-verano también son frecuentes las pandemias de hepatitis A y varicela
¿Se puede prevenir?
El calor no. Sus efectos nocivos sobre el organismo sí. Es indispensable tomar más líquidos que de costumbre en estas fechas; lavarse las manos antes de manejar cualquier tipo de comida; cubrir bien los alimentos y ponerlos dentro del refrigerador, cuando así se requiera. Se debe tener cuidado con lo que se consume en la calle e ingerir los frutos del mar sólo cuando estén bien fritos o cocidos
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
Aumento repentino de la temperatura corporal, enrojecimiento de la piel, fatiga exagerada, somnolencia, resequedad en la piel y las mucosas de los ojos, disminución de la orina
¿Y los de la deshidratación?
Sed intensa, irritabilidad, llanto sin lágrimas, ojos hundidos (en los niños pequeños, mollera hundida), signo de lienzo húmedo (al pellizcar la piel, ésta no vuelve a su posición original), resequedad y palidez de la piel y la boca, pulso rápido y débil, respiración acelerada, coloración amarilla en la orina
¿Qué hacer?
El Vida Suero Oral disponible de manera gratuita en todos los centros de salud es la mejor opción, según distintas fuentes. Si compra una marca comercial, fíjese que sea SR90. Ofrezca al enfermo el producto a cucharadas, nunca como si fuera agua, pues puede causar vómito
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Hay que ir de manera inmediata cuando se sospecha de un golpe de calor: la vida del afectado está en riesgo. Si se trata de una deshidratación por vómito y el enfermo no tolera el suero oral. Si se han tenido varios episodios de diarrea en una hora.
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